Esta es la triste realidad en la que viven nuestros perritos, y que no te imaginaba
Hoy 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, un día para conmemorar al mejor amigo del hombre, las mascotas ideales y el compañero más fiel de la humanidad.
El objetivo principal de esta fecha es crear conciencia y sensibilizar a las personas sobre las violencias que viven nuestros amigos de cuatro patas, el abandono y el maltrato físico son algunas de las más relevantes.
Puede que pienses que sabes lo que siente tu perro, pero ¿Lo sabes realmente? Una investigación del Departamento de Psicología de la Arizona State University (ASU) sugiere que quizá no tengamos tanto éxito como creemos adivinando las emociones de nuestro perro.
La investigación realizada en el Canine Science Collaboratory se centra actualmente en cuatro ámbitos:
- El bienestar de los perros en los refugios de animales
- Los problemas de comportamiento en casa
- La interacción entre humanos y perros
- Los parientes salvajes de los perros
"En un estudio, lo que hice fue eliminar el contexto", explica Molinaro.
"Simplemente, mostramos un video del perro y preguntamos a la gente si creen que el perro se siente bien o mal, si creen que está tranquilo o agitado. Y luego les enseño los mismos videos con el contexto de nuevo, y descubrimos que cambia definitivamente la forma en que la gente ve las emociones del perro".
Esto le pareció interesante y continuó con otro estudio en el que se cambiaba el contexto previo al comportamiento del perro.
"Fui un paso más allá y mezclé el contexto del video. Podía parecer que el perro recibía un premio, pero en realidad estaba asustado por la aspiradora. Lo que descubrimos es que, independientemente de lo que haga el perro, la gente lo califica de bueno o malo según el contexto.
Si se muestra al perro recibiendo un premio, los participantes siempre creen que el perro se siente bien, incluso si el video es en realidad un perro asustado o reprendido", dice Molinaro.
La conclusión de Molinaro para el público en general es reconocer que podemos estar interpretando la situación y no realmente el comportamiento del animal.
"Creo que, en general, cuando investigamos las emociones de los animales, tenemos que dar un paso atrás y pensar en todos estos prejuicios que quizá ni siquiera sepamos que estamos introduciendo en la situación. En términos de investigación, cuando hacemos estas preguntas, no podemos limitarnos a decir: '¿Cree que este perro está feliz o triste? Hay más cosas en juego'", explicó.
Con información del Informador