Katie Stubblefield tenía tan sólo 18 años cuando se desfiguró el rostro tras un intento de suicidio; sin embargo, la medicina reconstructiva le realizó un trasplante de cara y ahora lleva una vida más “tranquila”
En el año 2017, la joven estadounidense Katie Stubblefield, quien por entonces tenía 22 años, se convirtió en la mujer de menos edad en recibir un trasplante de rostro en Estados Unidos, y ahora en 2024 se ha vuelto más viral que nunca.
Cabe mencionar que Katie se encuentra dentro del selecto de grupo de cuarenta personas que hasta este año se han sometido a este delicado procedimiento de trasplante de rostro, esto desde que se llevó a cabo el primer trasplante facial parcial por un equipo médico español, en el año 2005, pero este de Katie simplemente ha impresionado y conmovido a muchas personas alrededor del mundo.
La dificultad del caso orilló a que se tuvieran que realizar un total de 31 horas de cirugía para que la Katie recibiera su nuevo rostro. Sin embargo, este paso no fue el más complicado, sino que durante todo el 2018 se mantuvo en constante recuperación de este trasplante de cara y someterse a tres cirugías de revisión más, por lo cual también se tuvo someter a terapia física, ocupacional y del habla.
El intento de suicidio de Katie
Pero entendamos el caso de Katie; ¿por qué tuvo que realizarse un trasplante de rostro?
La cara de esta bella joven terminó completamente destruido luego de que se intentara quitar la vida en el 2014, cuando tenía a penas 18 años. Katie se encontraba pasando un terrible episodio de depresión luego de terminar su relación con su pareja, lo que la llevó a intentar suicidarse.
En ese momento, Katie fue a casa de su hermano e intentó quitarse la vida con un disparo de rifle en la barbilla que él tenía en casa; sin embargo, Katie sobrevivió, pero su rostro quedó desfigurado.
Cinco semanas después de este incidente y estar al borde de la muerte, Katie Stubblefield llegó a la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, para someterse a la primera serie de cirugías reconstructivas. No obstante, varios de estos intentos para intentar restaurar la apariencia de la joven fallaron, incluido el injerto en su abdomen.
Lo intentos fallidos de la reconstrucción de cara
Durante dos años, los médicos continuaron con los insistentes intentos de reconstruir un nuevo rostro para Katie, incluida su mandíbula, esto usando partes de un hueso de la pierna de la joven, su tendón de Aquiles, remodelando el tejido del muslo y usando implantes de titanio. Incluso se usó un modelo impreso en 3D del rostro de la hermana de Katie, pero el intento también fracasó.
Después de estos intentos, Katie terminó sumándose a una lista de espera para un trasplante de rostro y empezó a someterse a evaluaciones psicológicas para la cirugía “final”, la cual llegó en 2017, cuando una mujer de 31 años que había muerto por una sobredosis le terminó donando su rostro.
Una cirugía exitosa para Katie
A pesar de que esta operación fue sumamente riesgosa, con una alta tasa de mortalidad, la cirugía fue un completo éxito. El trasplante de rostro de Katie Stubblefield reemplazó casi el cien por ciento de su tejido facial, incluidas las cuencas de los ojos, la mandíbula inferior y parcial, los dientes, los músculos y la piel, así como partes de los nervios faciales y la frente, el cuero cabelludo, los párpados, la nariz y las mejillas.
Cabe mencionar que, de acuerdo con el sitio web de Galileu, todas las cirugías reconstructivas de Katie Stubblefield fueron financiadas por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos mediante del Instituto de Medicina Regenerativa de las Fuerzas Armadas, la cual busca tratar a personas que han tenido lesiones parecidas, sólo que en el campo de batalla.