¡Entérate! No dormir bien provoca que pierdas la memoria y podría ser peligroso

La pérdida de memoria es un signo de estrés pero también de falta de sueño, más vale que tengas una rutina de sueño buena o prepárate para vivir la vida en modo difícil. Puedes contrarrestar sus efectos de esta forma 

El cuerpo humano requiere dormir al menos 7 horas cada día, de preferencia por la noche cuando el ambiente es calmado y oscuro, pero hay quienes tienen problemas para cumplir con esa básica pero primordial necesidad fisiológica. Una mala noche de sueño, o lo que es peor tener malos hábitos de sueño no solo acarrea problemas físicos como agotamiento, irritabilidad y letardo, podrías perder la memoria.

Aunque suene muy extremo, una persona que no ha recibido su dosis diaria de descanso tendrá problemas para completar tareas por muy sencillas que estas sean; la privación del sueñe de igual manera afecta los procesos neuronales que trabajan en la capacidad de formar recuerdos y sostenerlos. Estudios indican que incluso, tras una sola mala noche, la memoria a corto plazo se ve comprometida al menos por el día siguiente.

Esto sucede porque cuando el cuerpo está cansado, las células cerebrales no alcanzan a comunicarse entre sí. Por ello, olvidar las llaves, el teléfono, la cartera, el café o algún objeto necesario para el día en casa, puede ser una señal de que te haga falta descansar. Los efectos de un mal descanso son muy parecidos a los del consumo de alcohol.

¿Cómo se pueden recuperar las horas de sueño perdidas?

La zona cerebral afectada por un mal sueño es la corteza frontal. Este espacio es el responsable de la planificiación, la toma de decisiones y varias funciones cotidianas. Al mismo tiempo, aparece mayor actividad en la amígdala, la cual es una región cerebral relacionada con la ansiedad, el miedo y los nervios. Este estado de incomodidad es muy peligroso para ingresar en ambientes de aprendizaje o de actividades de máxima atención, pues el cuerpo está más concentrado en resolver estas inconformidades que en poder otorgar el máximo de sí.

Estudios demuestran que adultos de entre 38 y 73 años que duermen menos de seis horas, tienen peores resultados en pruebas cognitivas en comparación contra los que lograban dormir un poco más. Además, algo natural ocurría con estas personas que dormían poco: su capacidad, rendimiento o productividad disminuía más con cada hora de sueño perdido. Ahora bien, la recuperación no es solo dormir bien al día siguiente del desvelo, sino que puede que la recuperación tome varias noches de descanso.

Con información del Informador

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