¿Tienes una ENTREVISTA de TRABAJO? ¡Sigue estos TIPS y quédate con el empleo!

Estos prácticos consejos para tu entrevista de trabajo te ayudarán a mantener el control y echarte al bolsillo ese empleo

Si por fin te han llamado del empleo que has anhelado y estás a punto de entrevistarte para quedarte con él, debes de saber que es el momento no sólo de demostrar tu capacidad profesional e intelectual para desarrollar las actividades que se te pedirán, sino también tu capacidad para presentarte, vender tu perfil, y tus conocimientos, y para ello, no basta simplemente con mostrar un currículum impecable.

Si bien es importante demostrar que eres capaz de realizar las tareas que requiere el puesto, lo es también tener en cuenta que cada empresa busca un perfil que cumpla con ciertas características, y no nos referimos precisa y únicamente al aspecto, sino a la habilidad que debes de tener para presentarte, pues no sólo te convertirás en un trabajador ejecutor, sino también en la imagen de la empresa.

Por esta razón es que es recomendable estudiar lo que la empresa a la que estás aspirando ingresar está buscando, y no porque debas de “aparentar” ser alguien que no eres, sino porque hay que tener presente que el perfil personal y laboral son dos aspectos diferentes que se deben separar sin que esto signifique trastocar tu personalidad.

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¿Cómo debo prepararme?

Antes de asistir a la entrevista te podemos aconsejar, primeramente, mentalizarte a que si te han llamado es porque han visto en tu cualidades necesarias para considerarte como un candidato serio. Esto no podría ser posible si tu carta de presentación no mostrara que cuentas con los conocimientos básicos necesarios para cumplir con las actividades que se pedirán, por lo que ya tiene un punto a favor.

Si por el contrario, el puesto por el que estás candidateando no te exige experiencia previa, es el mejor momento para darte la tarea de estudiar un poco sobre el puesto para que, al momento de realizar tu entrevista, puedas aportar conocimientos extra. Para ello, te puedes apoyar en artículos o videos especializados, incluso preguntar sobre el puesto a personas que ya tengan experiencia en el tema. 

En este momento es sumamente importante hacer conciencia de lo útil y trascendental que puede ser mostrarte sobre cualificado para el puesto.

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Haz un balance entre aptitud y actitud

Como lo hemos mencionado anteriormente, no basta con haber sido el mejor de tu clase y tener un currículum saturado de logros académicos o laborales, pues no todas las empresas (sino que la mayoría) se basan en esto para seleccionar a sus integrantes. Hay otro aspecto que es igual de importante a la aptitud, y es la actitud.

Al hablar de la importancia de la actitud no nos referimos a sobreactuar durante el proceso de selección. No es recomendable exagerar en el optimismo para quedarte con el puesto, hacer halagos sobre la empresa ni llegar con aires soberbios por aptitudes o conocimientos. Por el contrario, se aconseja mostrarte seguro de ti mismo, y eso no tiene nada que ver con que “se te suban los humos”, ¡no! Sino de ser consciente que, aunque puedes incluso esta sobrado para el puesto, también puedes estar abierto a todas las probabilidades para seguir aprendiendo y cultivándote.

Te aseguramos que aunque domines los conocimientos teóricos de tu área de trabajo, cada empresa te enseñará algo diferente en el tema práctico.

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En la aptitud también se puede incluir la apertura que debes de tener para trabajar en equipo y la capacidad para enfocarte en tus tareas. Tu inteligencia emocional y social debe quedar clara desde tu entrevista. Para este punto se recomienda no exagerar en tu capacidad para socializar. Intentar “caer bien” y ser “muy simpático” no es algo que debas de forzar sólo para quedarte con el puesto. Créenos: tener personalidad y ser natural es algo que se transmite. Al final de cuentas también te vas a convertir en un compañero más de trabajo, y por lo regular es mejor compartir espacio laboral con personas no sólo que cuenten con las competencias y saberes necesarios para llevar acabo sus funciones y resolver problemas, sino también alguien con quien sentirse cómodos. 

Sé auténtico.
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Ya en la entrevista

A continuación, te dejamos algunos puntos que puedes tomar en cuenta para darle cara a tu primera gran prueba: la entrevista. 

Este momento, aunque es el parteaguas de la selección del personal, también es el momento en que puedes y debes mostrar tu firmeza, seguridad y convicción por la cual estás ahí.

Y es que, aunque no somos de piedra y estamos expuestos a que nos traicionen los nervios o sintamos presión, lo mejor que podemos hacer es intentar estar tranquilos y simplemente confiar en nosotros mismos. 

Si bien puede haber personas más cualificadas en conocimientos para el puesto que tú (que siempre lo habrá), debes fiarte de ti mismo. Confía en tus conocimientos, y transmite que lo haces. No puedes esperar que alguien más confíe en ti si ni siquiera tú lo haces. Lo que has aprendido hasta el momento es lo que hay. No te presiones ni esperes que en ese momento el cielo se abra y por arte de magina una luz te ilumine. Mejor, toma lo que sabes y muéstrate confiado de dominarlo.

Aquí te dejamos una lista de tips en los que te puedes apoyar para enfrentar la gran prueba:

1. El día de la entrevista, procura tomar agua desde primera hora. Mantenernos bien hidratados ayudará a que nuestra sangre se mantenga bien oxigenada y que nuestro cerebro, por ende, se mantenga bien alerta para contestar y reaccionar ante cualquier pregunta.

2. Evita tomar café por lo menos durante las tres o cuatro horas antes de la reunión, especialmente si eres una persona que fácilmente se pone ansiosa o estresa con facilidad.

Si tus nervios se alteran te pueden traicionar durante la entrevista, y eso te puede hacer sentir incómodo e inseguro, lo que puede derivar, también, en cambios repentinos en el proceso de pensamiento que te pueden llevar a responder o no de manera coherente.

3. Al momento de presentarte con el entrevistador míralo de manera fija. Sin parecer altivo, busca transmitir seguridad y envía el mensaje de que este paso es un trámite de protocolo para ti sin restarle importancia a tus deseos de quedarte con el puesto.

Aunque te puedes sentir nervioso o presionado, haz una lectura espacial e identifícate dentro de ella. 

4. Evita llevar encima elementos muy llamativos (colores, fragancias, ropa, maquillaje). Recuerda que en ese momento la entrevista se debe centrar en ti y en tu capacidad para interactuar. Si otro componente que no seas tú llama la atención del entrevistador puede desconcentrarse de la dinámica para conocerte.

5. Utiliza un lenguaje práctico y objetivo. En este momento, menos es más. Nuestra capacidad para simplificar un mensaje (como hablar de todos nuestros logros sin caer en palabras rebuscadas o un discurso presuntuoso) nos habla de la habilidad que tenemos para ser efectivos. Si somos capaces de sintetizar un discurso a un mensaje efectivo, es una señal de que podemos ser puntuales y concisos para nuestras labores y no divagar en actividades que nos pueden quitar el tiempo y no aportan a nuestra meta.

6. Menciona sólo lo estrictamente necesario para quedarte con el puesto y utiliza tus logros de manera estratégica. Todos (sino la mayoría) que buscan quedarse con el trabajo es porque lo necesitan, por lo que eso no aporta nada diferente al resto. Evita mencionarlo, a menos de que se te pregunte. Recuerda que los reclutadores piensan en ocupar el puesto con el perfil más capaz, no con el que más lo necesite. 

7. Sé estratégico. Si el puesto ofertado es para impartir clases, por ejemplo, de poco o nada aportará al entrevistador saber que fuiste el mejor en tu clase de sociología, escribiendo para un periódico o llevando la contaduría de una empresa, pero quizá sí resaltar sólo las destrezas que desarrollaste para poder desempeñar la labor como docente, como que te haya dejado mucha soltura oral por haber aprendido a abordar a los clientes o ser muy organizado con tus tareas de la semana. Todo empatado con tus conocimientos teóricos para solicitar el trabajo.

Recuerda que la mayor parte de tu día lo dedicarás a cumplir con tus tareas laborales, así que, toma con tranquilidad tu proceso de postulación y prepárate.

PINTEREST/ Expansión MX 


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