La navidad no es todo risa y diversión, Krampus siempre estará asechando para atacar cuando menos te lo esperas
Los festejos decembrinos ya comenzaron, la víspera de la Navidad ha sido una de las más coloridas y divertidas del año, cómo suele ser.
Por todas partes se respira paz, armonía, amor, amistad y sentimientos positivos propios de la Navidad, época de dar y recibir.
Sin embargo no todo es tan agradable, pues en la Navidad también existen leyendas y tradiciones oscuras, de origen alpino mayoritariamente.
Hablamos de un demonio navideño llamado krampus, que cada 5 de diciembre visita a los niños que se han portado mal para castigarlos o incluso robárselos para comerselos.
Krampus es una tradición del folclor alpino, que ha sido creado con el afán de propiciar en los pequeños una actitud obediente, ya que podría verse como la versión del “Coco” navideña.
Este peculiar personaje originalmente era mostrado como una especie de macho cabrío con lengua de serpiente, pero ha ido adquiriendo características humanas como brazos y piernas a lo largo del tiempo, asimilándose al diablo en la cultura cristiana.
En cuanto a su apariencia, algunas personas lo mencionan con cuernos de cabra, pezuñas y cola, sin embargo su aspecto y carácter evolucionan con el tiempo y según la tradición de lugares en donde se esté narrando.
Krampus es un personaje relevante, sobre todo en el noroeste de Europa donde ahora se ubican Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, es en estos espacios en donde Krampus acompañaba a San Nicolás para entregar obsequios a los niños buenos en la noche del 5 de diciembre.
Pero para todos aquellos que se habían portado mal, lo que recibían era un severo castigo por parte de krampus, así los niños bien podrían ser castigados con con golpes o en los peores casos, la muerte, puesto que el demonio de la Navidad llegaba a comérselos, ahogarlos en el río o arrastrarlos hasta el mismo infierno una condena mucho peor y severa que simplemente recibir un trozo de carbón en el árbol.